Literalmente
me hundo en tu cuerpo.
Y de repente siento
cómo de profundo e inevitable es.
Y rompo a llorar.
Llanto incontrolado,
persistente, cálido.
Humedad inesperada
que alivia la sed
de la tierra seca.
Y tu abrazas y consuelas,
acaricias dulcemente
el cabello de la niña
que nunca dejaré de ser.
25.02.2010
Inevitable....
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