sábado, 26 de octubre de 2013

Para la cuenta atrás

"Mis manos son de tu color,
pero me avergüenzo de llevar un corazón tan blanco",
Macbeth


Sólo la risa
el guiño cómplice y la risa y la sonrisa.
Cierra la ventana
y no me cuentes ya nada.
Entrelacemos los diez.
Y si la blanca carne del corazón
se va volviendo morada
disgregación de moléculas, ya se verá.
Hoy sólo la risa
y el guiño cómplice
y la ventana cerrada
y diez entrelazados
y los párpados en los oídos
y las blancas manos
y el corazón tan blanco también, a ser posible.
Eso es todo lo que se hacer
ahora.

26.10.2013

jueves, 4 de julio de 2013

roberto bolaño poeta


Que nada te importe tanto

como para tener miles de pequeñas muertes.

Solo con que la vida te deje un post it

pegado al brazo cuando pasa rozándolo,

y luego que te deje en paz.

Con este material construye tu hueco.

Y de todo lo demás,

nada.

4.7.2013

martes, 4 de junio de 2013

HASTÍO CONTEMPORÁNEO



Que los AA y los CA y los NA
y todos los XA que nos traerá la nueva era,
persigan grandes bolsas de la compra
colgadas de chillonas chinas chispeantes,
corriendo por las calles de Boston con zapatos de tacón,
sombrero y bigote mejicanos,
no solo es normal en el mundo delirante
de David Foster Wallace,
es tan coherente y lógico como pasar la hoja de un libro al leer.
Tan delirante como que las orejas consigan
llegar la una donde la otra y aplaudir.
Luego chocan esos cinco y levantan los brazos
con un movimiento perfecto de alineación no ensayada.
Ellos comen pollo, y bananas,
y hasta pájaros muertos, si tienen aspecto de poder comerse
Pasó el último de la procesión.
Cierro.

4.6.2013

sábado, 25 de mayo de 2013

INVOLUCIÓN Y CAÍDA

Si los sueños revelan
nuestras más hondas inquietudes,
los míos, a veces, no se enteram.
Empieza la función y el
Gran Mago Chillón grita
que ya no le quedan cerebros
ni tampoco valor
EsTÚpido enano bizco...
Le pregunto porqué no está preparada
la gran fiesta de bienvenida.
Da igual, brindemos!
!Entrechoquemos nuestras copas!
Maldición! Yo siempre a destiempo,
solo yo bebo con el pan entre los dientes?
Los demás comenbebenrienyhablan, todo a la vez
los demás tragan y engullen
y escupen palabras sin parar en un frenético sinfín
Loca y sin sentido serpiente de palabras y palabras
Y ya hace una hora que tu no me miras.
En la màquina del millón,
la cancioncita tonta anuncia
dos pimientos y una fresa,
La pimienta sabe seco
la fresa es el amor en los labios.
Evito tu mirada tras el cristal
de tu gran copa panzuda,
sucia de las marcas de los dedos de todos
y también de tu boca sucia.
Tu boca emite un sonido desagradable.
No hay mucho más que hacer,
cada mañana busco el mapa:
pero la mujer de la limpieza lo ha tirado a la basura.
Hoy me gustaria soñar
con aquella casa sobre el lago
de color lavanda y gris,
en la que me esperaba el hada buena de Pinocho,
y volverme de blanco y negro.
Nada me gustaría más
que esta noche se me cayera el libro de entre las manos
al dormirme.

mayo del 2013

martes, 5 de febrero de 2013

"Sillas plegables hostiles" (D.F. Wallace)


Oigo ruidos en mi jardín africano,
como de bestias hambrientas,
y chasquidos de ramas rotas.
Son amenazas soñadas largo tiempo atrás.
Balanceo las piernas, que no me llegan al suelo,
desde esta silla que ha quedado libre,
Fuera, los niños pisotean las flores,
y arrancan las patas a los insectos.
Juegan.
Yo juego a hundirme de nuevo en la tierra,
mientras, me acuerdo de las cosas
que dejé en casa a medio hacer.
Repaso mentalmente los movimientos de las manos
y de los dedos de los pies,
Me dejo abrigar por la forma del cojín
y el discurso, siempre amable.
Las agujas de tejer se mueven
Acompañando mis pensamientos.
Más tarde, en el blanco entramado con iniciales
que construiste hace ya tiempo para mi,
le volveré a dar vueltas a todo.
En cada bramido que oigo
busco eso a lo que tanto adoran
y que declaran amar sin pudor.
Se ponen el sombrero de Chagall,
como si estuviera viejo y roto,
han estudiado mucho para conseguir
el derecho a romper los libros,
en realidad, siguen midendo el mundo con el ancho de sus brazos.
Y yo solo oigo los bramidos de una bestia cruel
amenazando las casas de la buena gente.
Mientras los coros, siempre eternos, le cantan al nuevo héroe,
yo me balanceo adelante y atrás,
como aquel niño raro del colegio,
sentada en lo más alto del teatro,escondida,
escuchando el rumor del viento
entre las ramas de los árboles legendarios.