“Basta de este sitio”
Ulises – James Joyce
Lo que más necesita ahora
son momentos de soledad,
le molesta el ruido
que hace la gente al vivir
le empujan con los codos
y le hacen tambalear
en sus carreras por llegar primero,
por no quedarse fuera.
Rodeado de silencio
y de acogedora soledad,
la tenue luz del candil,
a contraluz con sus pensamientos
crea sombras en la pared.
Y repasa las grietas
del muro blanco y vacío
y se imagina sorprendido
que un día, hace ya tiempo,
necesitara tanto para vivir.
martes, 25 de mayo de 2010
viernes, 21 de mayo de 2010
viernes, 7 de mayo de 2010
Andar con tiento
Toda esta prudencia
no sirvió para nada.
Debería haber roto algo más,
como el día del cristal, recuerdas?
aunque no significó nada para tí
ni cambió el resultado final.
Pensé que andar con tiento
tendría al fin su recompensa,
pero a estas alturas de mi rehabilitación
debería haber visto ya al diablo.
Me senté a esperar que el viento fuera favorable
pero la cuenta atrás no funciona
y la casualidad suele estar siempre
del lado del más fuerte.
Demasiados años sin protestar,
y todo este miedo, llenándome los pulmones...
Pero al fin y al cabo, las horas de vuelo
te llevan cada vez más lejos.
Los ejercicios para reencontrar voluntades,
la poca vergüenza y la mirada altiva.
Un día cualquiera, atravesé el grueso muro
que me separó siempre de mi misma,
quemé el verso de amor, tiré el libro,
y recorté tu silueta de la foto.
Qué más da que tu no lo hayas visto.
7.05.2010
no sirvió para nada.
Debería haber roto algo más,
como el día del cristal, recuerdas?
aunque no significó nada para tí
ni cambió el resultado final.
Pensé que andar con tiento
tendría al fin su recompensa,
pero a estas alturas de mi rehabilitación
debería haber visto ya al diablo.
Me senté a esperar que el viento fuera favorable
pero la cuenta atrás no funciona
y la casualidad suele estar siempre
del lado del más fuerte.
Demasiados años sin protestar,
y todo este miedo, llenándome los pulmones...
Pero al fin y al cabo, las horas de vuelo
te llevan cada vez más lejos.
Los ejercicios para reencontrar voluntades,
la poca vergüenza y la mirada altiva.
Un día cualquiera, atravesé el grueso muro
que me separó siempre de mi misma,
quemé el verso de amor, tiré el libro,
y recorté tu silueta de la foto.
Qué más da que tu no lo hayas visto.
7.05.2010
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