"como uno se inventa
la mejor parte de su vida"
Virginia Woolf
Caminar solo es mágico en las baldosas amarillas,
y con botines rojos,
y correr en círculos te lleva de nuevo a casa.
Siento los huesos rellenos de hormigón,
La tristeza tiene una cierta textura,
agradable al tacto,
y el desengaño tiñe la foto de color,
pero también alivia.
¿No te está permitido sentir?
Ellos sabrán más que yo,
pero falta algo, falla algo, o algo pasa
porque, ¿donde se va todo esa basura
que no nos hemos atrevido a embolsar?
¿ Y si hemos dejado pudrir en un rincón
algo que luego vamos a necesitar?
Pues yo la recibo cuando llama a mi puerta,
me siento en mi sillón favorito
y me dispongo a escucharla.
A ver qué coño tiene que decirme con tanta insistencia,
habla de una vez, di lo que hayas venido a decir,
márcame el hueso, luego él ya me contará
cuanta carne ha crecido desde entonces.
No quiero mirar ni escuchar, ni saber los motivos
que mueven estos hilos
que cortan una y otra vez mi piel.
Estaré bien,
el aceite me salpicará en los ojos,
pero estaré bien,
las orejas me preguntarán qué es lo que pasa,
yo me encogeré de hombros
y los días volverán a convertirlo todo
en masa de papel mojada.
Subamos o no los montes,
acabaremos todos con ruedas en los pies,
y viendo las montañas solo a contraluz
exactamente con el mismo número de surcos,
y las convicciones haciendo de cojín,
para que no nos duela tanto el culo.
Gener 2015
