martes, 1 de marzo de 2011

Santander, 1972

Dicen que me parezco a ella
a mi abuela Adelina,
Adela no, Adelina,
mi abuela de Santander.

La expresión cansada
todos los años,
y los ojos tristes,
y el miedo en sus abrazos,
y la mantilla calada
y negra, de media,
por la mitad las medias,
arrastra el pie media zapatilla.

Mi abuela Adelina
canta para los vecinos
y huele a guiso de pescado
medido y regalado,
todos los días, pescado.

No lo dice mi padre.
Porque lo quiero yo,
yo lo digo, que me parezco a ella
a mi abuela Adelina,
Adela no, Adelina.

1.3.2011

4 comentarios:

  1. Escribes con el ritmo dulce del vals, dando vuelvas y vuelvas con la palabra hasta desembocar en lo mejor de la poesía, sin aspavientos, sincera y universal.

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  2. Tus palabras embellecen mis poemas
    como tu vida mi vida.

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  3. Los poemas permanecen per se. El autor planta la columna y el lector le busca su paisaje. El mérito primigenio es siempre tuyo.

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  4. Què gran tenir o haver tingut una gran àvia! I et sembles a ella!

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