miércoles, 17 de noviembre de 2010

Si Dios quiere

No ha sido fácil,
me ha costado tomar partido.
Y no ha sido por miedo,
motor que se pone en marcha
para no mover nada.

Contigo es un si o un no
y el cómodo color gris
que nos saca de tantos apuros
se vuelve incómodo.
Te dejo porque me haces decidir
sin yo quererlo.

A dos días del trasplante
me escribe su padre sin ganas
con alucinante calmada desesperación.
Decido preguntar poco,
la seguiré de escondidas
y desearé que vuelva a comer tortilla.

Se que es posible lo imposible
aún sin tu intervención,
pero por si acaso
no pienso machacarme las rodillas,
te valdrá este poema como oración?

18.11.2010

No hay comentarios:

Publicar un comentario